Leticia García Castelló

Wiki Sex & Mind: Sexología

Asesoramiento/terapia/educación sexual sexológica:

  1. Asesoramiento, Terapia, Educación: lo que se hace
  2. Sexual: a quién se hace
    1. Sexo es lo que somos y no aquello que hacemos o tenemos, pese a lo que hagamos y tengamos precisamente por ser sexuados.
    2. Sexual o de los sexos, no se refiere entonces a los contenidos o a la temática, si no a los destinatarios de la intervención, es decir los usuarios. Los usuarios que son hombres y mujeres, o parejas formadas por hombres y/o mujeres y que no pueden no ser sexuados.
  3. Sexológico: qué, desde dónde, quién lo hace
  4. Matizamos el carácter sexológico de la atención y lo hacemos desde una triple vertiente:
    1. Los contenidos: serán todos aquellos aspectos y cuestiones relacionadas con el hecho de ser los hombres y mujeres que somos, siéndolo además en relación. Por ello, no están centrados en el funcionamiento conductual o funcional de los genitales, la pericia orgásmica, la profilaxis amatoria o la planificación familiar.
    2. El abordaje de dichos contenidos: lo realizamos desde el mapa del hecho sexual humano. Tomando estos tres aspectos para intervenir en la situación que traen al asesoramiento:
      1. Sus planos de individuación: los modos, los matices de esos modos y las peculiaridades en los matices de los modos.
      2. Pasando por los grandes campos conceptuales: sexuación, sexualidad, erótica, amatoria, pareja y procreación.
      3. Junto con el relato de su experiencia.
    3. Los profesionales responsables de la intervención son sexólogos: (y no otros profesionales desde otras disciplinas), pues son quienes tienen el conocimiento y la destreza para articular, gestionar, desarrollar y aplicar este abordaje de los contenidos a la experiencia sexualmente significativa que traen los usuarios a los centros de asesoramiento y atención sexológico. El carácter sexológico, se logra por el abordaje conceptual garantizado por el sexólogo y por los contenidos que los usuarios ofrecen por el hecho de ser sexuado. Se generación diálogo intenso entre el usuario con sus experiencias y el profesional con su cuerpo teórico (conceptual y metodológico). Es por ello fácilmente entendible que una consulta por ejemplo sobre orgasmos compartidos en una pareja, se atienda de forma radicalmente diferente desde la medicina, la psicología o la sexología.
  • Objetivos: Con independencia de la temática que traían al usuario en su consulta, desde este modelo los objetivos básicos que perseguimos en cualquier intervención son:
    1. Proporcionar un nuevo marco de comprensión: a través de ideas y conceptos que ayudan a las personas a comprender su peculiar modo de ser sexuado y a vivirse de la forma más satisfactoria posible.
    2. Reforzar la idea de diversidad: dando valor a cada forma de ser y sentirse sexuado, legitimando todas las posibilidades y promoviendo su cultivo.
    3. Aumentar la autonomía: proporcionando herramientas y trabajando con los recursos personales de quien consulta y que contribuyan a resolver las vivencias insatisfactorias que sus experiencias les generan o sencillamente las situaciones percibidas como conflictivas.
  • Decálogo de la sexología sustantiva
    1. Condición ineludible: el sexo no se hace ni se tiene, el sexo se es. Por lo tanto no es un atributo o una conducta, sino una condición. Somos ineludiblemente seres sexuados. Así pues no existen las personas, existen los hombres y las mujeres con sus múltiples hechos de diversidad.
    2. Intersexualidad universal: no somos sexuados como hombres O como mujeres, sino como hombres Y como mujeres, pues el sexo no es disyuntivo sino conjuntivo. Por ello somos seres intersexuales. La intersexualidad no es la excepción sino la norma. Es decir, que dentro del continuo de los sexos donde se encuentran todas las características existentes, ambos sexos tenemos varias de todo el continuo.
    3. Identidad sexual disyuntiva: construimos una identidad sexual firme, invariable y disyuntiva. Nos sexamos desde dentro y no sexan desde fuera, como hombres o como mujeres.
    4. Sexistencia: en tanto que somos seres ineludiblemente sexuados, vivimos una existencia sexuada (sexistencia). Desde el cómo me siento como la mujer concreta que soy (o como el hombre concreto que eres) tejo mi experiencia, dando significado a mi existencia como mujer (o como hombre si lo eres).
    5. Consecuencia lógica del ser sexuado: porque somos sexuados somos además, sexuales, sexados, eróticos y hedónicos. Y podemos ser también amantes, convivientes, gozantes y procreantes.
    6. Condiciones intrínsecas: el sexo es productor de diferencia. Las diferencias sexuales no diferencian sólo entre los sexos, si no dentro de los sexos; así que hay muchas diferencias sexuales entre los hombres y entre las mujeres. Pero el sexo es también anhelo del otro y anhelo de gozo, así que es querencia de encuentro entre diferentes y diversos.
    7. Valores sexuales: los valores que intrínsecamente el sexo aporta son:
      1. En el plano del individuo: la diferencia, la búsqueda y el encuentro.
      2. En el plano social: la diversidad, la convivencia y la cooperación, o sea la sinergia intersexual.
      3. Estos valores (válidos, valederos y valiosos) que emergen del sexo son valores sexuales.
    8. Necesaria inversión en sinergia: los sexos ineludiblemente interactúan y conviven. No sólo en las plazas, en las fábricas, en las aulas, en las familias y en las alcobas, sino también en el interior del propio individuo. Pero siendo ineludible esta convivencia y esta interacción no siempre es armoniosa ni sinérgica. Resulta una excelente inversión promover y procurar armonía, cooperación y sinergia entré los sexos en todos los planos de la realidad: individuo, pareja, familia, grupo y sociedad.
    9. Educación sexual: la educación sexual debe servir:
      1. Para que el individuo sexuado se descubra, se conozca, se acepte, se gestione, se quiera y se goce.
      2. Los sexos se descubran, se conozcan, se acepten, se gestionen, se quieran y se gocen.
      3. La cultura y la sociedad sustituyan la segregación, la discriminación y la guerra sexual por la convivencia entre los sexos y la sinergia intersexual.
    10. Conocimiento sexológico: el sexo debe ser estudiado, comprendido y considerado desde sí mismo y no desde otras instancias que le son ajenas (medicina, psiquiatría, psicología, pedagogía, biología…) Así que requiere de una disciplina propia que lo estudie sin desgajamiento ni mutilación alguna. El conocimiento sexológico, como cualquier otro, debe ser riguroso y ha de transmitirse y democratizarse. Aunque no esté suficientemente institucionalizada, ni reconocida hay suficiente Ciencia de los Sexos para que la sociedad se beneficie del conocimiento que produce.
  • Identidad:
    • ¿me siento hombre o mujer? Todas las personas, desde muy pequeñas nos identificamos con uno u otro sexo. Algunas veces esta identidad no se corresponde con nuestro cuerpo. Es el caso de las personas transexuales, que suelen tratar de modificarlo para que su identidad y la que les otorga el resto de personas, coincidan.
  • Sexología sustantiva sistémica:
    1. Sexología sustantiva: es decir, de los sujetos sexuados, sexuales, eróticos y amantes
    2. Sistémica: los sujetos en interacción, osea que el objeto clínico no son los sujetos, sino sus interacciones: sus encuentros y desencuentros.
  • Caracteres sexuales:
    • Se trata de todas aquellas características biológicas que “suelen ser más esperables” en hombres o en mujeres. Algunas de ellas son difícilmente modificables (contorno de las caderas, estatura, voz, vello corporal…) y sin embargo otras permiten una mayor libertad, puesto que varían según el contexto social o histórico (iniciativa en las relaciones eróticas, usar pendientes, estudiar una ingeniería, combinar la ropa…)
    • Ser hombres o mujeres no implica que tengamos todos los caracteres que son más frecuentes en nuestro sexo. De hecho, lo habitual es estar “mezclados/as”, de este modo hay hombres con el pelo largo, mujeres de espalda ancha, hombres que disfrutan yendo de compras o mujeres a las que les apasionan fútbol. Todos/as ellos/as son verdaderos hombres y verdaderas mujeres. Esto es lo que en sexología denominamos “El continuo de los sexos”, una línea donde se situarían todas las características existentes (físicas, emocionales, gustos, necesidades, deseos, opiniones, aficiones….) y donde veamos que ni los hombres tienen todas las características que “en teoría” deberían tener por ser hombres, ni todas las mujeres ostentan todas las características que “deberían” tener por ser mujeres.
    • Merece la pena olvidarnos de los estereotipos y etiquetas sobre “cómo ha de ser un hombre” o “cómo ha de ser una mujer” y empezar a aceptarnos como somos y a construirnos de modo que podamos llegar a ser personas estemos satisfechas con nuestra propia forma de ser hombres o mujeres.
  • Orientación sexual del deseo:
    • Se suele hablar de tres categorías: homosexualidad (atracción hacia personas del mismo sexo), heterosexualidad (atracción hacia personas de distinto sexo) y bisexualidad (atracción hacia personas de ambos sexos.
    • Estas tres categorías se quedan pequeñas para comprender toda la diversidad existente. Por lo tanto incluirlas en un continuo puede darnos más claves.
    • Además, aunque a lo largo de la vida se pueden tener relaciones o encuentros con personas de ambos sexos, nuestro deseo está mayoritariamente orientado hacia hombres o hacia mujeres. Esta orientación del deseo es una tendencia general, forma parte de nosotros/as y es una consecuencia del hecho de ser personas sexuadas.